domingo, 13 de enero de 2008

esto de la bici cansa, no?


Vaya tute, no sé cuantas horas, no sé cuantos km, no sé cuantas calorías gastadas, sólo sé que este hombrecito me esperaba con las manos abiertas y sin quejas.
Ahora que me vuelve la sangre a la cabeza empiezo a recordar los km, los tiempos, las pulsaciones y las calorías gastadas (dónde se meten todas esas calorías en el cuerpo?... y como narices salen? si nunca las he visto)...
Pensándolo mejor prefiero no recordar...
Por la tarde a caído una siestecilla, uff!, y el hombrecillo me ha dejado hacerla...
Ah! ya tiene bici con sólo dos años, no llega a los pedales, pero se sube con ganas, espera a que llegue a los pedales, le engancharé una cuerda para que me tire. Seguro que se le cambia la cara, jeje.